La independencia de Panamá fue el proceso emancipador desarrollado entre el 10 y el 28 de noviembre de 1821 por el cual Panamá rompe los lazos coloniales que existían entre su territorio y el Imperio español, dando así término a 321 años de vida colonial. El movimiento panameño de independencia de la Corona Española se inició el 10 de noviembre de 1821 con la Independencia de la Villa de Los Santos dirigido por Segundo Villareal, la cual contó con el respaldo de otras poblaciones como Natá de los Caballeros, Penonomé, Ocú y Parita. Se proclama finalmente la independencia de Panamá el 28 de noviembre de 1821, y acto seguido, decide de manera voluntaria unirse a la Gran Colombia presidida por Simón Bolívar.

Tras los acontecimientos del 10 de noviembre en la Villa de Los Santos, la independencia de Panamá ya era un hecho. Todo esto y la circunstancia de que un panameño ocupara el primer puesto del país, avivó en los istmeños la idea de emanciparse por sus solos esfuerzos de España, considerando que José de Fábrega no haría una oposición invencible al propósito de libertar su propia patria. A raíz de estos acontecimientos, el coronel José de Fábrega, ya identificado con los patriotas, convocó el 20 de noviembre a una reunión en su propia casa, a la cual asistieron todas las fuerzas políticas, civiles y eclesiásticas, pertenecientes principalmente a la élite criolla. Lo propuesto en dicha junta, no fue el repudio a los acontecimientos originados con la proclamación de independencia de la Villa de Los Santos, sino la organizada coordinación de la revolución mediante la consulta popular. Sucedió de esa manera, que el 28 de noviembre de 1821, en un cabildo abierto en la Ciudad de Panamá, se proclama la “Independencia de Panamá”.